sábado, 29 de diciembre de 2018

La gloria de Dios en una taza de café.

Café de la abuela Marina. El Junquito. 
El café sin duda es para mi un misterio. Siempre me pregunto cómo fue que alguien, un ser humano en el Oriente, según la historia, descubrió que de esa fruta ya seca, se podía, luego de tostarla y molerla, extraer una bebida tan apreciada como el café. Quizá nunca lo sepa, pero le doy gracias a Dios por los árabes que lo descubrieron y lo exportaron a la Península Ibérica y a los españoles, nuestros padres continentales y canarios, que trajeron el precioso fruto a Venezuela que por eso es hoy día un país cafetero por tradición. Tenemos café incluso en los patios de las casas, un café de calidad superior que por causa de nuestro contexto actual no ha podido ser compartido con el mundo, como lo han hecho otros países. Sin embargo, no faltan aquellos que estén tratando de sembrar y cosechar la fruta de los cafetales para su propio consumo, y si hay un poco más, para tratar de ofrecer a quienes quieran pagar por él. 

Mientras escribo me tomo un café caliente que por la bendita gracia de Dios me ha preparado mi esposa. Ese calor y los diversos tonos del mismo, ese aroma que llena la cocina, el comedor e incluso la casa, es parte de nuestra cultura, es parte de nuestra vida. Y, aunque hoy en nuestro país el café, que era tan común y accesible, es ahora una especie de lujo, siempre buscamos la forma de conseguir al menos un poco, al menos unos granos, al menos un sorbo. Dios en su infinita bondad nos provee de estos pequeños detalles. 

Ayer estuve en casa de mis suegros, y como en casi todas las casas de esta montaña, sobre todo de los fundadores o los que llegaron primero, hay amplios patios sembrados con matas de cambur, de aguacate, verduras, flores, café, limoneros y naranjos que perfuman el aire, entre otros, y ellos tenían listo un grano de semilla de café que pronto será tostado y luego molido para preparar un café puro, de la tierra que Dios nos ha dado para vivir. La extracción de la fruta de la planta, luego la espera del grano seco, el trabajo de preparación, el tostado y demás; tiene varias implicaciones.

La primera, es que el Señor nos da la tierra para sembrarla, la siembra demanda paciencia y oración, confiando en Dios que enviará el agua a su tiempo para regar las plantas que nos darán los frutos. La paciencia se extiende al tiempo de crecimiento y florecimiento del arbusto hasta dar su fruta. De ninguna manera es un café expreso el que se sirve, tarda en llegar y algunos hasta hablan con los matojos, como evocando a Adán en el Jardín del Edén. ¿No dicen las abuelas que hables a las matas y a veces las reprendas para que crezcan y den fruto, que algunas son flojas? Y lo hacen, y he visto como después de regañadas, empiezan a dar frutos, esto es algo que no sé cómo y por qué ocurre.

Lo cierto es que las plantas siguen creciendo y dando sus frutos, a la orden del decreto eterno de Dios que allá en Génesis ordenó a la hierva y a los árboles frutales crecer y multiplicarse. ¿No es maravilloso que las plantas sigan creciendo hasta hoy por la orden inicial del Creador? Esto es algo que jamás debemos olvidar, si bien es cierto que debemos orar, preparar la tierra y regar para que las plantas crezcan, ellas sin duda jamás lo harían sin la orden de la Providencia que les infunde vida y belleza. ¡Toda la creación alaba al Señor! ¿lo hacen también los cafetales que nos regalan el cafecito mañanero? Yo creo que si. ¡Loado sea nuestro Señor Jesucristo que muestra su gloria y su majestad incluso en una taza de café!

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

sábado, 15 de diciembre de 2018

¡Yo si soy religioso, por la gracia de Dios!

Paseo Los Próceres - Caracas. 
Ninguno de los apóstoles del Señor Jesucristo hubiere sido tan "bondadoso" con los falsos apóstoles del siglo xxi como son los maestros y voceros neo-evangélicos de hoy. Esa defensa apasionada de herejes y falsos maestros, esa apología impregnada de "compasión" y del popular "ora por ellos en vez de juzgarlos" es de por si sospechosa. ¿Qué razón tiene alguien para defender a un hombre que hace mercadeo con la fe, que tuerce las Sagradas Escrituras de manera desvergonzada y promueve un evangelio centrado en los caprichos del corazón del hombre?

Las razones pueden ser muchas, pero para mi, la principal radica en una mala comprensión del Evangelio de Cristo y de la fe cristiana, producto del bombardeo de desinformación y mala enseñanza que abunda en la televisión, la radio y las redes sociales, y por supuesto, también es un fruto del pecado de corazón de quienes son seducidos, pues en última instancia, quienes no quieren sufrir la sana doctrina, son responsables de correr detrás de sus propias imaginaciones y deseos, aborreciendo finalmente el mensaje de Cristo aunque afirmen ser cristianos, adoptando un sistema creado para negar la fe, abrazando una construcción heterodoxa y digerible para aquellos que no pueden soportar la verdad de la enseñanza de los apóstoles. Todo esto dentro de un círculo que se denomina cristiano y afirma que adora a Cristo.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Rogamos a Dios que Él enderece lo que nosotros pudimos haber hecho mal.

Uno de los recuerdos más vívidos de mi memoria, fue en el contexto de una celebración aniversario me parece, de la Iglesia Bíblica Bautista de Vista Alegre, donde el amado pastor Howard Musgrave, fue reconocido públicamente, como es costumbre hacer con los siervos de Dios en esa congregación. Recuerdo al pastor Musgrave en silla de ruedas, ya afectado por la enfermedad que padecía, y además a su esposa, la muy estimada y siempre virtuosa hermana Naomi de Musgrave. 

En esa oportunidad la hermana Naomi tuvo unas cortas palabras, la verdad no preciso los detalles, veo algunos rostros en los archivos de mi mente, y algunas frases, pero fue una expresión la que ella usó en su testimonio, la que atravesó mi corazón hasta el día de hoy. 

Ella hablaba de su amado esposo, lo reconocía y hablaba de su ministerio y hablaba en su nombre agradeciendo (el pastor ya no podía hablar bien) por el amor de los hermanos, y en una de esas palabras dijo: 

“...rogamos a Dios que Él enderece lo que 
Nosotros pudimos haber hecho mal...”.

Si, la recuerdo con el micrófono en mano, con su ropa decorosa, sus ojos que parecían brillar el auditorio lleno como siempre. 

En esa expresión que fue como una oración o súplica, pude ver la sincera preocupación y ruego al Señor Jesucristo de la hermana por lo que en el pasado pudieron haber hecho mal, incluso sin saber. Sin embargo, la verdad, es que el ministerio del pastor Musgrave sigue dando fruto el día de hoy, mucho fruto, fruto que permanece y su testimonio brilla impecable. Estoy seguro de que el día de la resurrección, el pastor Musgrave verá la obra de sus manos con gozo, y dará alabanzas al Rey que lo escogió para tan honrosa labor.

Eventualmente recuerdo las palabras de la hermana Naomi, y ruego a Dios que Él, que es todopoderoso y misericordioso, bueno y compasivo, sabio, justo y soberano, pueda enderezar lo que yo pude haber hecho mál y ya no tenga posibilidad de enmendar por alguna razón. Es imposible retroceder el tiempo, a veces es imposible incluso contactar algunas personas en el presente, o reparar lo que se hizo en el pasado, pero Dios que es infinito en sus perfecciones y bondades, y que escucha los ruegos de sus hijos cuando son conformes a la Sagrada Escritura, se encarga de restaurar, enmendar y perfeccionar de pura gracia aquello que él mismo empezó, porque sus planes jamás serán frustrados para con sus hijos.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

Diario # 6. "Al final, nosotros ganamos", Semana # 7.

Los Pinos - El Junquito. 

Comparto contigo esta nueva meditación de mi Diario Espiritual. Pensé que podía ser de ánimo y edificación para ti. Que la bendición de Dios sea contigo hoy.

Cuando el sumo sacerdote, los plateros, los sacerdotes y gobernantes empezaron la reconstrucción después de la exhortación y testimonio de Nehemías (1), lo hacían movidos por un poder irresistible que nace de la fe que Dios concede como un don. La fuerza para continuar colocando los ladrillos en la muralla viene de Dios que pone así en nosotros el querer como el hacer (2), para que con fervor y entusiasmo, amén de la dura oposición, sigamos adelante participando en los propósitos eternos del Dios de Israel.

Sino fuera por la gracia de Dios, hace tiempo ya que hubiere desmayado, sino fuera por la palabra de Dios, como dice el salmista, ya hubiera muerto en mi tristeza (3), pero Dios es bueno y se acuerda de que somos polvo (4), y nos sustenta con su Espíritu Santo, renovando nuestras fuerzas (5). Somos partícipes de la más preciosa y gran obra, la obra de Dios, la edificación de un Reino, el Reino de los cielos, una obra que jamás será detenida para siempre, las puertas del infierno jamás podrán contra la Iglesia (6), y nosotros somos miembros de esa Iglesia que hoy es perseguida y peregrina, pero que también es triunfante por Cristo Jesús. 

Para mi es consolador saber que nada me podrá separar del amor de Dios (7), ni el hambre, ni la persecución, ni el peligro, ni la espada, ni la angustia, ni ángeles, ni ejércitos, ni revoluciones, nada me podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Tengo por cierto, que las aflicciones del tiempo presente jamás podrán compararse con la gloria que en nosotros se ha de manifestar (8).

Nuestro consuelo en la victoria total y final, nuestra alegría y nuestra fuerza es el gozo del Señor que nos infunde su aliento por medio de su fiel y verdadera palabra que nos promete que las Leyes del Reino un día cubrirán toda la tierra, que el conocimiento de Dios llenará toda la faz del planeta como las aguas cubren el mar (9) y que en su trono, espléndido y victorioso, nuestro Rey, Jesucristo, con justicia y santidad, regirá las naciones (10).

Mientras ese momento llega, seguimos colocando los ladrillos, colocando piedra sobre piedra, cada uno frente a su casa (11), con sus hijos e hijas, con sus mujeres y hermanos, todos los santos y fieles, los israelitas de Dios, los discípulos de Cristo. ¡Al final, nosotros ganamos!. (12)

(1) Neh 2:11-20, 3:1-32. 

(2) Fil 2:13.
(3) Sal 119:32. 
(4) Sal 103:14. 
(5) Sal 23: 3-5. 
(6) Mt 16:18. 
(7) Ro 8:39.
(8) Ro 8:18. 
(9) Hab 2:14.
(10) Is 11. 
(11) Neh 3.  
(12) Ap 17:14. 

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Diario # 5. “Líder para la gloria de Dios”, Semana 6.

Comparto contigo la meditación de hoy de mi Diario Espiritual. Pensé que podía ser de ánimo y edificación para ti. Que la bendición de Dios sea contigo hoy. 

Esta semana he estado meditando en el liderazgo con propósito, ¡cuánta responsabilidad la del líder! El liderazgo creo, es un don de Dios que ha sido dado con un propósito, y ese propósito es la máxima gloria posible para Dios. El líder cristiano es un siervo fiel que procura promover los intereses de su Señor, los intereses de su Reino, todo lo que hace, lo hace para el Rey, para la gloria de su nombre, para extender su fama a todos los pueblos de la tierra aún a costa de su propia vida, aún en tierras lejanas en islas perdidas en medio de las tinieblas del paganismo, donde solo mencionar el nombre del Rey implica la muerte segura.

El líder para la gloria de Dios entiende la carga que tiene, no tiene tiempo para relajarse en sentido espiritual, sabe que la vida en esta tierra es un estado continuo de guerra y que la paz llegará un día, pero no ahora, un día el líder y el pueblo escogido de Dios podrán dejar las palas y las espadas, un día podremos todos dejar nuestras armas y descansar, cuando el Rey regrese y su reino sea consumado, entonces nuestros enemigos serán humillados y pisados por el estrado de los pies de nuestro Señor.

El liderazgo para la gloria de Dios no compite contra sus aliados, sino que los sostiene y ayuda, los alienta y fortalece, los reprende con esa reprensión que por más dura que sea, tiene un aroma a gracia restauradora. La única razón por la cual somos líderes, y tratamos de serlo, o queremos aprender a ser tales, es la gloria de Dios. Enseñamos al pueblo la Ley del Reino, porque deseamos que sigan, adoren y amen al Dios verdadero, que caminen juntos adorando al único digno de ser adorado. 

Somos caballeros de espada y escudo, con ropas que llevan el estigma de la cruz, a veces manchada de sangre, barro, sudor y lágrimas, vamos adelante en la batalla, tenemos que ser valientes, el pueblo necesita vernos convencidos y con una fe fortalecida por la certeza de la victoria final, porque al final, nosotros ganaremos, al final veremos nuevamente ser reconstruida Jerusalén, con sus murallas levantadas como nunca antes, resplandeciendo entre las naciones.

Seguimos colocando los ladrillos del muro, aunque incluso, dentro de la ciudad, detrás de nuestras filas hay hermanos que no lo entienden, y hasta nos reprochan por estar tan pendientes de la muralla, en lugar de relajarnos un poco. Levantamos el muro para quienes nos apoyan, y para estos que no entienden también, aquellos que vociferan seguros dentro de la ciudad ignorando que nuestra espada protege sus vidas por la gracia de Dios. 

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

martes, 13 de noviembre de 2018

Ensayo # 01 de las "Ventanas, Espejos y Cuadros".



Comparto con ustedes un ensayo breve que hice recientemente para la maestría, basado en la presentación y enseñanza del profesor y rector de ProMeta, el hermano Keith Anderson, sobre las perspectivas de las ventanas, los espejos y los cuadros. Me parece que puede ser de utilidad.

Introducción.

¡Dios es el autor de la Biblia! Es la idea recurrente en mi mente, luego de haber visto las dos presentaciones. Es fascinante en realidad para mi haber podido identificar algunas cosas. En algún momento estuve expuesto a un tipo de enseñanza que priorizaba el contexto histórico por encima del texto, al punto de salir de los márgenes de este y crear una nueva interpretación basada en especulaciones de eventos históricos de fuentes extra – bíblicas y creando una escuela de la Biblia que no concuerda con la realidad de ella.

La perspectiva de la ventana.

La perspectiva de la ventana se refiere al tipo de aproximación a la Sagrada Escritura que busca más bien los datos históricos, eventos bélicos, coyunturas, personajes destacados, etc. En ese sentido, la perspectiva de la ventana se concentra en el evento histórico. Sin embargo, el evento histórico en si mismo no es inspirado, aunque si lo sea la forma en que fue colocado, o lo que de él, ha sido expuesto, o escrito en el libro sagrado. Es importante por esa razón entender la diferencia entre evento y texto. El evento histórico en si mismo no rebela la intención del autor de la Biblia. Los nombres de personajes históricos, reyes, generales, príncipes, profetas, ejércitos, países, etc., no rebelan por si mismos la que Dios, que es el autor de la Biblia, quería decir.

Es por eso que, amén de que es posible extraer alguna moraleja de la crónica, esto no significa que hayamos entendido lo que Dios quiso decir, lo cual, a mi parecer, tiene cierta gravedad, puesto que estamos enseñando lo que Dios no quería comunicar. Sería semejante a una carta con un mensaje que debe ser revelado, al momento de abrir el sobre, y descifrar las imágenes o símbolo de las palabras, leyendo, pensando, colocando cada cosa en contexto, allí estaría el mensaje, en la carta, sin embargo, yo me preocupo por saber el nombre de la empresa que contrató al cartero para entregar la carta, o el día y la hora que fue entregada, o si ese día llovió o no.

Las preguntas puntuales para Nehemías, capítulos 1 al 3:
  1. ¿Qué rey envió a Nehemías de vuelta a Judá? 
  2. ¿Quién o quienes redujeron a Jerusalén a esconbros? 
  3. ¿Qué armamento usaron los soldados para lograr conquistar a Judá? 
  4. ¿Cuales son los nombres de los reyes de las provincias allende a Judá? 
  5. ¿En qué año fué destruido el Templo de Jerusalén? 
  6. ¿Qué Imperio tenía la supremacía para el tiempo de Nehemías? 
  7. ¿Quienes volvieron con Nehemías a Jerusalén y qué tipo de método usaron para llevar el registro de todos los que regresaron del cautiverio? 
La perspectiva del espejo.

En segundo lugar, tenemos la perspectiva del espejo. Cuando conocí la gracia de nuestro Señor Jesucristo, lo primero que mis maestros me enseñaron, fue a hacer mi diario espiritual. Estoy muy agradecido a Dios por ellos, y porque ese diario espiritual fue para mi tan especial, hasta el día de hoy. Es un método sencillo de poder extraer algunas enseñanzas para aplicar a mi propia vida cada día. Sin embargo, no puedo dejar de comparar el método o perspectiva del espejo con el ejercicio del diario espiritual. Como dice la presentación, las preguntas que surgen de esta perspectiva son válidas, pero para que sean correctas primero debemos conocer la intención del autor. El asunto es que el método del espejo me parece, es el más usado en el mundo evangélico hispano, no solo por el promedio de los cristianos, sino por pastores y predicadores, lo cual supone un problema.

Las preguntas que se plantean en la perspectiva del espejo, no priorizan al autor del texto sagrado, más bien parten de la propia persona, lo que hace que cada cual tenga un criterio e interpretación diferente a un texto bíblico que debería tener un solo significado, y es el que Dios quería y quiere informar. Esta perspectiva no ayuda a la unificación de un criterio de interpretación correcto, sino que tiende al relativismo interpretativo, según me parece.
Estas son las preguntas de la perspectiva del espejo:
  1. ¿Qué significa para mi vida la oración de Nehemías? 
  2. ¿Cómo me veo en las lágrimas y el dolor de Nehemías, debo sentir yo ese dolor por los pecados de mi propia familia e iglesia? 
  3. ¿Cuál es la relevancia de la confesión de Nehemías para mi vida, mi iglesia, mi comunidad, debo hacer esta confesión con otros pastores públicamente en mi país? 
La perspectiva del cuadro de pintura.

Ahora llegamos a la perspectiva del cuadro de pintura. Fue para mi muy revelador y alentador. Mientras leía el enfoque antes mencionado, alternaba la lectura con la contemplación de un cuadro de frutas en una mesa que está en el comedor de mi casa, y tuve que contemplarlo por un momento pensado y preguntándome, ¿por qué el pintor escogió esas frutas?; ¿por qué están puestas de esa forma y no de otra?; ¿por qué el cuadro tiene ese marco dorado tan hermoso?; ¿por qué hay una jarra con algo que parece vino al lado de las uvas, las manzanas, las peras, el plátano y la patilla?; ¿por qué el fondo es gris y resalta el color rojo, verde y amarillo?; ¿qué quería decir con esa composición?

Así entendí la perspectiva del cuadro. La perspectiva del cuadro de pintura es el que, según el autor de las presentaciones, y así lo creo yo, es el más adecuado para conocer la intención del autor. En ese sentido nos convertimos en investigadores del cuadro de la Sagrada Escritura, admiradores de los óleos y trazados, de sus bellezas y misterios. Contemplamos a la Sagrada Escritura, entendemos que ella es inspirada por Dios y tratamos de encontrar como buscadores de tesoros, las preciosas monedas de oro que quiere darnos.

En la perspectiva del cuadro de pintura analizamos qué quiso comunicar Dios por medio de las líneas, la textura, los colores, la forma en que fueron colocados, los eventos escogidos, porque solo fueron escogidos aquellos eventos que tuvieran una función didáctica al lector de las Sagradas Escrituras. El contenido y la forma comunican un mensaje, ¿qué quiere decir, cuál es el mensaje que desea comunicar Dios el pintor de todas las más puras bellezas del Cosmos? Ahora, veo también el texto como una obra de arte Sagrada.

Puedo hacer una analogía respecto a esto. Los cristianos de tradición ortodoxa oriental tienen iconos, que son representaciones pictóricas sagradas, las cuales representan escenas de la Biblia o de su propia historia. Estos iconos dicen ellos, no son pintados, son escritos. El icono está lleno de detalles y cada trazo tiene un propósito, comunica un mensaje, un código, cada detalle, cada gesto de rostro de un apóstol, del Señor Jesucristo, de un santo, cada color, la intensidad del color, la disposición de las manos, los pies, la mirada, el cabello, etc., todo tiene un propósito y comunica y mensaje profundo. Así sucede con el texto bíblico.

Otra cosa para mi fascinante y maravillosa, dentro de las preguntas que se hacen y que en breve colocaré, es esta: “¿Qué me dice el texto inspirado de su autor (Dios)?” Pocas veces el que se aproxima a la Biblia quiere conocer algo de su autor, de su carácter, etc. Es posible acercarnos para saber la intención del autor, pero no algo sobre Él. Es verdad, detrás de la pintura hay un pintor, y solemos admirar la pintura, y con razón, pero, ¿y al genio que la hizo? Quiero conocer más al divino autor de la Biblia, el majestuoso pintor de tan precioso cuadro llamado Biblia. 

Estas son las preguntas que se plantean en este enfoque del cuadro de pintura: 
  1. ¿Qué quiere comunicarme Dios por medio de este texto narrado como una crónica? 
  2. ¿Quiere Dios decirnos algo por la forma en que el autor bíblico expone los hechos, primero la narración del estado de ruinas de Israel y luego de la confesión y oración de Nehemías? 
  3. ¿Hay importancia en este orden de ideas en la narrativa? 
  4. ¿Cuál es la intención del autor en narrar, juntamente con la confesión, oración y lágrimas de Nehemías, el recuerdo de las promesas de Dios de restauración? 
  5. ¿Qué motivo tenía el autor de citar las palabras de la Ley? 
  6. ¿Qué me dice este texto acerca del carácter de Dios? 
  7. ¿Puedo ver algún atributo que resalte en el capítulo 1 de Nehemías y que el autor divino quiere que veamos? 
Conclusión.

Finalmente debo recordar, como se enseña en las presentaciones, que cada método es válido usado en cierto contexto, pero que solo la perspectiva del cuadro de pintura puede llevarnos a descubrir el mensaje que Dios quiere comunicarnos. No por pedazos, no por piezas sueltas, sino el cuadro entero, así debemos ir a las Sagradas Escrituras, no viendo a la Biblia como un libro más, sino como el Libro de Dios, inspirado por Dios, con la autoridad del Dios trino, inspirado por su santo Espíritu. Dios nos ayude a entender esto y a comprender la seriedad que esto supone, porque si no estamos comunicando lo que Dios quiere comunicar, en vano son nuestras exposiciones y enseñanzas, y quizá no estemos edificando, sino socavando.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.








viernes, 26 de octubre de 2018

Teología de los teólogos resentidos.

Yo no se mucho del señor René Padilla, salvo que es un teólogo reconocido por un segmento de la población de teólogos de América Latina. Sin embargo, si había notado que él, al igual que otros teólogos como el señor Harold Segura, son abiertamente teólogos de la liberación. Para mi, esto es suficiente para marcar una distancia prudencial de ellos y a la vez presentar defensa de la fe, o "teología de la resistencia".

Esta mañana vi una publicación del señor Padilla usando los evangelios para supuestamente desenmascarar al candidato a la presidencia del vecino país, Bolsonaro, y por supuesto, que eso fue suficiente para terminar de caer en cuenta, o ya no tener dudas, que este señor está comprometido con la izquierda latinoamericana, y sino fuera así, al menos le está haciendo un gran favor al Foro de São Paulo, ¿tan preocupados están por la brutal aceptación de Jair Bolsonaro en su nación? Eso parece, hay mucha gente preocupada y nerviosa por la posible victoria del capitán.

Ese infame Foro que ha financiado a la izquierda de América Latina y que tanto daño a hecho a Venezuela, tiene la misma actitud que el señor Padilla, ¿casualidad? ¿pudiera ser posible incluso, que el señor Padilla y otros teólogos sociales o mejor dicho, socialistas hayan recibido alguna vez fondos del Foro para adelantar sus ideas en América Latina por medio de la impresión de libros, entre otras cosas? No lo se, pero no me extrañaría.

Por lo pronto, me queda esa impresión de traición a Cristo, ese mal sabor a Ernesto Ché Guevara, a Camilo Torres, etc., en la actitud y escritos del señor Padilla. Sería bueno que él dejara claro al menos si apoya a Lula y Hadad, ¿se atreverá a mostrar su apoyo a este reo de la justicia brasileña y a su peón, como ya otros lo han hecho? Sigo percibiendo en el “quehacer teológico” de estos señores, el resentimiento, el infantil anti-imperialismo, el discurso típico de la rancia izquierda fracasada de América Latina y una falsificación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo que no puede menos que generar rechazo. 

Ruego a Dios que los cristianos bíblicos tengan la sabiduría para detectar este veneno, ruego al Señor que los teólogos de nuestro continente sepan descubrir la trampa de la teología de la liberación que se disfraza de bondad y esperanza, estamos a tiempo, hoy más que nunca debe ser expuesta esta teología como una falsa doctrina nacida en los laboratorios mismos del infierno.

Finalmente, y honestamente lamento tanto que esa teología se haya apropiado de un nombre de tanta dignidad, "liberación", que tiene que ver con nuestra anhelada libertad, ciertamente debería tener otro nombre. Para mi, esa "teología" seguirá siendo una falsa doctrina, un ejercicio de canalización premeditado y mal intencionado del rencor, un método que perpetúa la división, el odio de clases, el odio de sexos, el odio de razas, la lucha de cláses como motor de la manipulación y el resentimiento propio de las estrategias comunistas, quizá debería llamarla así, "teología de los teólogos resentidos" ; o "Teología de la Revolución".

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

jueves, 25 de octubre de 2018

Por la gracia de Dios el lunes 5 de noviembre del presente año, se estrena en la ciudad de Caracas el programa radial 'COSMOVISIÓN CRISTIANA'.

Por la gracia de Dios el lunes 5 de noviembre del presente año, se estrena en la ciudad de Caracas el programa radial 'COSMOVISIÓN CRISTIANA' por SINTONÍA 1420 AM. Pido muchos sus oraciones por este ministerio donde deseo junto con mi equipo:

“Comunicar de manera eficaz y bíblica, la perspectiva cristiana histórica de la vida, dando respuesta a las grandes interrogantes de la existencia humana.” 

El programa será transmitido todos los lunes, si el Señor quiere, a las 3 pm., hora de Caracas. El link de la emisora es el siguiente: http://www.radiosintonia1420.com.ve/audio.html allí se puede escuchar el programa en vivo. 

¡Damos gracias a Dios por su provisión y generosidad al abrir esta puerta para la proclamación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo en tiempos difíciles! ¡Oren por nosotros por favor!

No todos podemos irnos, no todos queremos irnos, no todos debemos irnos.

Boca de Uchire - Venezuela. 
No sé en base a qué criterio alguien puede decir despectivamente que de Venezuela "se fue toda la reserva moral", o "se fue toda la gente buena y profesional", o "se fueron todos los genios y emprendedores", etc... eso no es verdad... no dudo de que se han ido muchos bueno hombres, gente brillante, genios y emprendedores, Dios los bendiga, entre ellos tengo a muchos amigos amados, hermanos y familia... pero su brillo se deja ver con claridad porque están ahora fuera de la cortina de hierro.

No obstante, dentro de esta cortina infame, fría y oscura, veo todos los días a niños, jóvenes, adultos y ancianos que que resisten con dignidad, con buenas obras, veo a médicos prodigiosos resistiendo en medio de un campo de batalla, y trabajando con las uñas... veo a los genios creando, escribiendo, planeando y a emprendedores sorteando las trampas para progresar y tener qué comer, veo a hombres de Dios dando todo el consejo de Dios a todo el pueblo de Dios con la Sagrada Escritura en sus manos, llorando con los que lloran, riendo con los que ríen... su brillo se verá con claridad cuando sea quitada la cortina, aunque yo lo veo cada día acá adentro, y mucho más importante, lo ve Dios.

No todos podemos irnos, no todos queremos irnos, no todos debemos irnos... alguien tiene que permanecer para la reconstrucción del país... al igual que las naciones de Europa y Asia florecieron después de situaciones horrendas de guerra y pobreza, perdiendo casi la mitad de su población, pero levantándose otra vez y ahora siendo punta de lanza en el mundo, así lo hará Venezuela, porque se han ido miles, pero aún quedamos millones, la esencia de Venezuela sigue aquí.

Quizá algún día algunos de nosotros debamos irnos, o quizá no, pero yo se que mi país volverá a brillar un día entre las naciones, no en vano está siendo sometido a este horno purificador, a fin de que la escoria sea quitada y se deje ver la belleza del oro y la plata.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

martes, 24 de julio de 2018

Cuando llegué a Cúcuta.

Cuando llegué al terminal de Cúcuta, la anciana cambió de pronto su mirada, y ahora parecía una madre y me dijo con ese acento nortesantanderiano y con una ternura que me hizo mucho bien, que tuviera cuidado, que cuidara mis cosas, que no me confiara en ese terminal, le di las gracias, y me despedí con una sensación cálida en mi corazón, su actitud era otra, al principio parecía molesta, sobre todo porque yo no paraba de preguntar ¿cuando llegaría a mi destino?, ya saben, como cuando uno está nuevo en un lugar y no conoce a nadie, le pregunta al que está más cerca, o al que tiene más rostro de colaborar. Yo no me preocupé mucho, no le dije que yo era de Caracas y que estaba preparado para casi todo y que no confiaba tan fácilmente en desconocidos, menos fuera de mi país. Lo cierto es que llegué justo unos minutos antes de arribar mi bus expreso con rumbo a Medellin, luego de una fila de más de cuatro horas para sellar el pasaporte, fue algo providencial. Dos cosas recuerdo de ese día, y hoy quiero compartirla con ustedes.

La primera, es que en el terminal había muchos negocios con muchas cosas apetecibles. Yo no había comido desde que salí de Caracas, creo que pasé dos días sin comer, o tres, no lo recuerdo bien, solo bebiendo agua. Uno de los puestos de venta de comida tenía muchas manzanas, las mismas que años atrás comprabamos en casa, las que yo comía cuando era un niño. Las vi, coloradas y brillantes, con la etiqueta esa que llevan las manzanas importadas. De inmediato pregunté cuanto costaban, y me di cuenta que podía comprar una manzana con unas pocas monedas, algo extraño para un venezolano en este tiempo, donde el dinero ha desaparecido, mucho más las monedas.

Vi las manzanas, pensé en mis hijos a los cuales les gustan tanto, y al pensar en ellos por un momento, casi me niego a comprarlas por un sentimiento de culpa, pero entendía que debía comer algo y que no había ningún problema ni nada malo en que lo hiciera, y más si eran manzanas. Lo cierto es que con unas monedas compré tres manzanas, una para ese momento, y dos para el resto del viaje. Bueno... tratando de disimular mi alegría, tomé una de las manzanas y llegó el momento que podría describir como apoteósico.

Sentí de nuevo el crujir en mi boca de esta fruta del Señor, la jugosa dulzura, el sabor que fue como si se abriera una puerta al pasado y pude ver el rostro de mi abuelo que ya está con el Señor Jesucristo, pude ver a mucha gente que estaba escondida en mi memoria, el gusto era el mismo, ¡que explosión de sabor en mi boca y que maravillado estaba yo de la gracia de Dios! De inmediato, una lágrima corrió por mi mejilla derecha, que pronto quité con mi mano, y seguí caminando al expreso de Brasilia.


Lo segundo que recuerdo y que quiero compartir, no es menos especial. El expreso llegó, y ya era tiempo de subir a él. Yo no debía guardar maletas, nunca viajo con maletas grandes, solo con un bolso de espalda con unas mudas de ropa y mi Biblia, entre otras cosas pequeñas, así que estaba de primero en la fila para ingresar a la unidad. Una mujer de edad madura, impecable, con una sonrisa en su rostro, me pidió el boleto, y de inmediato sacó de una gavera un jugo de frutas, una galleta, unos audífonos, y un "Dios te bendiga, bienvenido"... ¡cómo no amar a Colombia y cómo no alabar a mi Señor Jesucristo!, cuando estaba dentro del expreso, me sentía seguro, Dios estaba conmigo, no tenía dudas de que llegaría bien para cumplir mis compromisos pastorales, y así fue.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

miércoles, 3 de enero de 2018

¿Palabra profética del año?

Yo no quiero sonar odioso, y la verdad es que mucho menos deseo hacer sentir mál a nadie. Pero no puedo dejar de sentir incomodidad y hasta molestia al leer algunas páginas en internet que afirman ser cristianas pero que tienen prácticas extrañas. En Venezuela ya estamos acostumbrados (eso no es bueno, y es lamentable) a que cada año los adeptos de la religión Yoruba den algo que se llama "La Letra del Año" que es una especie de profecía anual.

Algo parecido ha venido sucediendo en iglesias que denominaré neo - evngélicas, o post - evangélicas que a pesar de que sostienen aún doctrinas que se pueden reconocer ortodoxas, han sido secuestradas por mercaderes de la fe, por hombres que han hecho de la grey de Dios un negocio deshonesto, alejando poco a poco a las almas de la verdad que da vida.

¿Cultura Cristiana?

Claro que existe una cultura cristiana, sin duda alguna existen principios eternos, inmutables, universales y fundamentadores de la sociedad, de la ley civil y penal, de la moral práctica y la fe. La tenemos en las sagradas Escrituras judío/cristianas, y esa cultura forma parte de una tradición de más de mil años en Oriente y Occidente.

Me sorprende cuando alguien justifica la adhesión a una práctica abiertamente contraria a los principios cristianos argumentando que es "un asunto cultural o de consciencia o de interpretación" y como están las cosas cualquiera podrá "legitimar" incluso una aberración protestando asuntos culturales, libertad de conciencia y libre examen de las Escrituras. 

La verdad es que miro cada día con mayor cautela a quienes afirman ser "libres pensadores". Eso suena muy bien, sobre todo en nuestros días de "diversidad", pero la verdad es que solo somos "libres pensadores" cuando nuestra conciencia es liberada por la verdad absoluta que es Jesucristo y su doctrina que implica una cosmovisión cristiana histórica que necesariamente debe impregnar al ser humano de forma integral impactando a la familia, a la comunidad, a la ciudad y a la nación.