domingo, 9 de diciembre de 2018

Rogamos a Dios que Él enderece lo que nosotros pudimos haber hecho mal.

Uno de los recuerdos más vívidos de mi memoria, fue en el contexto de una celebración aniversario me parece, de la Iglesia Bíblica Bautista de Vista Alegre, donde el amado pastor Howard Musgrave, fue reconocido públicamente, como es costumbre hacer con los siervos de Dios en esa congregación. Recuerdo al pastor Musgrave en silla de ruedas, ya afectado por la enfermedad que padecía, y además a su esposa, la muy estimada y siempre virtuosa hermana Naomi de Musgrave. 

En esa oportunidad la hermana Naomi tuvo unas cortas palabras, la verdad no preciso los detalles, veo algunos rostros en los archivos de mi mente, y algunas frases, pero fue una expresión la que ella usó en su testimonio, la que atravesó mi corazón hasta el día de hoy. 

Ella hablaba de su amado esposo, lo reconocía y hablaba de su ministerio y hablaba en su nombre agradeciendo (el pastor ya no podía hablar bien) por el amor de los hermanos, y en una de esas palabras dijo: 

“...rogamos a Dios que Él enderece lo que 
Nosotros pudimos haber hecho mal...”.

Si, la recuerdo con el micrófono en mano, con su ropa decorosa, sus ojos que parecían brillar el auditorio lleno como siempre. 

En esa expresión que fue como una oración o súplica, pude ver la sincera preocupación y ruego al Señor Jesucristo de la hermana por lo que en el pasado pudieron haber hecho mal, incluso sin saber. Sin embargo, la verdad, es que el ministerio del pastor Musgrave sigue dando fruto el día de hoy, mucho fruto, fruto que permanece y su testimonio brilla impecable. Estoy seguro de que el día de la resurrección, el pastor Musgrave verá la obra de sus manos con gozo, y dará alabanzas al Rey que lo escogió para tan honrosa labor.

Eventualmente recuerdo las palabras de la hermana Naomi, y ruego a Dios que Él, que es todopoderoso y misericordioso, bueno y compasivo, sabio, justo y soberano, pueda enderezar lo que yo pude haber hecho mál y ya no tenga posibilidad de enmendar por alguna razón. Es imposible retroceder el tiempo, a veces es imposible incluso contactar algunas personas en el presente, o reparar lo que se hizo en el pasado, pero Dios que es infinito en sus perfecciones y bondades, y que escucha los ruegos de sus hijos cuando son conformes a la Sagrada Escritura, se encarga de restaurar, enmendar y perfeccionar de pura gracia aquello que él mismo empezó, porque sus planes jamás serán frustrados para con sus hijos.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

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