jueves, 27 de octubre de 2016

Cinco (5) cosas que puedes hacer para guiar el corazón de tus hijos al amor de Dios.

Los hijos son un regalo de Dios, ellos son un tesoro y además una herencia del Señor. Alegran nuestras vidas y disfrutamos tanto sus sonrisas y ocurrencias. Realmente amamos a estos chiquillos que son el fruto del amor conyugal. Sin embargo, ese amor debe ir más allá de los abrazos, y de los cuidados externos como los de la salud, y los alimentos. Hay algo mucho más importante, y es el cuidado de sus almas. Esta vez deseo darte algunas ideas de cosas que puedes hacer, si tienes hijos pequeños, para ganar sus corazones al amor de Dios y de Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

En primer lugar, asegurate de que haces todo lo que esperas que ellos hagan. Llega un momento donde te das cuenta que tus hijos te observan hasta en los detalles menos pensados. Si escupes, ellos escupirán, si sonríes, ellos lo harán. Nuestra enseñanza principal debe ser la enseñanza de los hechos. Si les pides que aprendan de memoria una cita, es necesario que tu ya la hayas aprendido antes. Si les pides que perdonen a su hermanito, es menester que tu hayas perdonado si tienes algo contra alguien, y así la lista sigue.

En segundo lugar, pasa tiempo con ellos. El tiempo que pasas con tus hijos es un tiempo valioso que jamás va a regresar. Lo que hagas con ellos hoy, será de gran peso para mañana, y debes aprovechar todo lo que puedas para transmitir la fe y el amor de Dios con gestos, palabras y acciones. Tu estás moldeando su carácter por medio del tuyo. Si los niños te piden compartir, deja lo que estás haciendo, y escuchalos, para ellos es importante saber que su padre y madre tienen interés en sus asuntos, te aseguro que cualquier cosa, excepto Dios, es menos importante que atender sus inquietudes.

En tercer lugar, establece las disciplinas espirituales en casa. Oren antes de cada comida dando gracias a Dios, al levantarse, antes de salir, en ocasiones especiales y establezcan tiempos específicos para la devoción familiar. Estos momentos son maravillosos y dulces. En nuestro caso, en una hora específica del final de la tarde, todo se detiene, y es el momento de compartir la fe, de memorizar pasajes de la Escritura, recitar y meditar en el Credo o el Padre Nuestro, orar, cantar música sacra, discutir sobre preguntas que salen de las lecturas o asuntos de la escuela. Estos momentos son conmovedores para mi esposa y para mi, porque las preguntas dejan ver la inocencia de sus corazones, y de la fe que tienen en la esperanza de la vida eterna por Jescristo y es además una oportunidad de aclarar dudas y desarmar las falsas premisas que el mundo busca introducir por cualquier medio.

En cuarto lugar, has tu elección sobre qué deseas enseñarles como más importante, y has de ese momento con los niños un momento feliz, fresco, alegre, que ellos cada día a la misma hora y sin ver el reloj, te pidan la reunión porque realmente les gusta. Para mi ha sido realmente algo maravilloso que ellos esperen ese momento del día para seguir aprendiendo y compartiendo la fe, si haces de ese momento algo triste y aburrido, o usas ese tiempo para los regaños, estarás haciendo un daño irreparable. Te sugiero empezar por el "Credo de Nicea Constantinopla" o el "Símbolo de los Apóstoles", el "Padre Nuestro", los "Diez Mandamientos", el "Salmo 23", y que compartas con ellos historias de la Biblia, especialmente de las Parabolas de nuestro Señor Jesucristo.

En quinto lugar, no limites los recursos para enseñar a tus niños, usa lo que tengas a la mano, incluso el internet. A veces, reafirmamos las enseñanzas con algunas canciones o temas musicales hermosos y llenos de contenido bíblico que dejan imágenes fuertes en sus mentes maravilladas por lo emocionante de las historias, te sugiero usar los recursos de Valivan, aunque hay muchos más, a mi en lo personal me gusta mucho este, porque allí se presentan las parábolas de nuestro Señor Jesucristo de una manera única, y claro que no pueden faltar los catecismos ilustrados que, a pesar de que  a veces son difíciles de conseguir, hay editoriales y ministerios que los proporcionan. Por ejemplo, nosotros en casa usamos el catecismo infantil de CLIR y el librito de histórias bíblicas ilustradas que proporciona el ministerio que dirige el hermano Esteban Larson. Esto, solo por dar algunas sugerencias, se que hay más opciones que pueden usar en sus ciudades, países o en la red.

Al final, siempre hazles preguntas sobre lo que aprendieron, verás cómo comienzan a hablar. No los subestimes en nada, ellos pueden memorizar largos textos, ayúdales a descubrir lo que Dios les ha dado guiándoles a la memorización de las sagradas Escrituras y textos cristianos que serán fundamentales el resto de su vida y que podrían ser usados por el Espíritu Santo un día para guiarlos a la verdad, si llegaran a desviar el camino a Sión.

Creo que estas cinco cosas están bien por ahora, aunque escribiendo estas recordé muchas más, que seguro compartiré en otra entrada. Espero que estas sencillas propuestas te sirvan para guiar el corazón de tus hijos al Dios Trino.

© Por Fares Palacios. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

Nota: Editado y corregido el 13 de noviembre de 2018 a las 11:20 am., hora de Caracas. 

2 comentarios:

  1. una de las cosas que mas me gustaba de mis vacaciones de niño era ir a casa de mi abuela porque alli en las noches hacen el CULTO CASERO todas las noches se leia la palabra un capitulo diario y cada quien leia su parte en voz alta , luego se oraba y en ocaciones se cantaban himnos el primero que me aprendi fue el 155 "cuando la trompeta del Señor toque a la final" y fue un himno grandemente utilizado por el Señor para llevarme a la verdad, en mi casa no se hacia nada de esto pero el culto casero era mi hora favorita en casa de mi abuela

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    1. Y tu eres fruto de esas reuniones hermano Omar, que alentador leer tu testimonio. Dios te nemdiga y gracias por escribir.

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