sábado, 29 de junio de 2019

"¡Miraré al Rey!": Por Su Causa 2019: ¡un cántico de esperanza y liberación en tiempos de opresión!

Auditorio de la IBI. Por Su Causa 2019. 
Estaba allí, en medio de ese auditorio repleto, con un promedio quizá de tres mil almas, de cientos de hermanos de la IBI, pero también de distintas iglesias y países, y el grupo de adoración de esta iglesia, a quienes no conozco, pero quisiera conocer algún día, interpretaban aquel cántico que traspasó mis entrañas y mi corazón: “¡Miraré al Rey!”, que fue el canto lema de la conferencia este año. Alguno se estará preguntando por qué hablo de la música, y no del contenido de las plenarias y conversatorios, pues sobre eso tengo mucho que decir y lo haré en su momento, pero además de estas cosas, mi esposa y yo fuimos muy edificados con el contenido bíblico de la letra de ese cántico, y otros más, y por la hermosura y limpieza de las ejecuciones de los instrumentos que el Señor les ha dado, lo hacían como para el Señor.

No estando acostumbrado a este tipo de adoración, al principio miraba a los lados, un auditorio que parecía una bahía llena de cristianos con sus manos alzadas al cielo adorando, orando, cantando, otros derramando algunas lágrimas, otros batiendo las manos, las pantallas con las letras de los himnos, los músicos y cantores alineados con lo que pasaba en el auditorio, me pareció algo hermoso, conmovedor y edificante, muchas personas juntas, en paz, adorando al Señor.

Ese canto, que quisiera lo pudieran escuchar, parecía que hablaba a nosotros, me refiero a Lucy y a mi, de manera especial y significativa por la coyuntura que nos ha tocado vivir y enfrentar en nuestro país, Venezuela. Sé que lo mismo pasaba con todos o quizá la mayoría de los que allí estaban, sin embargo, tengo la convicción de que Dios estaba tratando con nosotros de forma especial, dándonos el alimento espiritual que necesitábamos.

En ese auditorio había algo distinto, y estoy seguro de que no era la música solamente, aunque era hermosa y con un mensaje centrado en las Sagradas Escrituras, pero lo mismo ocurría en las plenarias, en los pasillos, en cada rincón de aquella edificación y sus alrededores, tengo la certeza de que el Espíritu Santo de Dios estaba en medio de Su Pueblo obrando, trayendo frescura como un bálsamo a los corazones rotos, a los afligidos y oprimidos por el pecado, y por los enemigos de Dios; especialmente la última noche, en la exposición del pastor Miguel Núñez, aquella pequeña figura pastoral que se veía desde mi lugar, parecía grande cuando proclamaba la gloria de Dios y la salvación por el Evangelio de Cristo a todos los hombres.

Mi corazón estaba quebrantado pero me sabía amado por mi Creador, las palabras de la Biblia en ese púlpito eran palabras de esperanza y restauración, eran de gracia y verdad, de vida y libertad en Cristo, eran de gozo y poder, eran de integridad y sabiduría; y aún después de terminar la conferencia pasé varios días quebrantado, a veces sollozando, otras recordando las predicaciones y los cánticos, meditando en lo más hermoso que tiene nuestro Dios trino en las naciones, su pueblo, adorando sin temor y en libertad.

Iba rumiando las enseñanzas que había anotado en mi pequeña libreta verde, una y otra vez, descubriendo las herramientas de gracia que había recibido para seguir mi camino a la Ciudad Celestial en el país a donde he sido llamado a servir como pastor, hasta que Él lo diga. Fueron muchas impresiones, mi corazón estaba conmovido. Fueron muchas las muestras de amor inesperado que el Señor nos dio por medio de muchos de hermanos, de sonrisas, de chistes, alegrías, oraciones, historias, anécdotas y regalos. El calor de estos días era tan intenso como el amor de los hermanos y la gracia de Dios derramada sobre nosotros.

Para terminar esta entrada, te comparto el link para que puedas disfrutar de este cántico compuesto por hermanos de la IBI para la Conferencia “Por SuCausa” 2019, “Revolución Sexual” sin base bíblica ni científica. ¡Y por cierto! Seguiré publicando detalles de la conferencia y de mi experiencia en República Dominicana, si lo hiciera en esta entrada, sería un escrito muy largo, así que me permito hacer entradas breves según vaya recordando los momentos únicos que el Señor Jesucristo me ha permitido vivir en ese hermoso país.

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